15 Abr Elogio al asiento contable
Hablamos del asiento contable y siempre le pasamos por encima. Es la herramienta de trabajo fundamental para tener al día la contabilidad. También es el requerimiento para realizar una auditoría junto con todos los instrumentos y métricas que podemos generar a partir de él. Y con frecuencia no deja de ser eso, un requerimiento.
Pero, oye, me apetece rendirle un homenaje.
Tan pequeñito, tan constante, tan poquita cosa. ¿Verdad? Pues hoy voy a reconocerle su valía a mi pequeño compañero de batallas. Porque sí, ¡porque se lo merece! Porque cuando aparece para aportarme claridad y tranquilidad me admiro de su constancia y aporte a mi trabajo.
Los asientos son como los soldados de las batallas. Salen cada día a dejar constancia de los debes y los haberes. Del dinero que entra y sale producto de nuestra actividad económica. Es como un botoncito de conciencia que nos mantiene alertas, sabiendo cuànto entra y cuànto sale en el día a día.
En ellos se asienta, nunca mejor dicho, la gestión de la tesorería.
Día a día un asiento
Sí, día a día, no me canso de decirlo. Las cuentas bien claras, que con el trabajo constante y diario tenemos control perfecto de nuestros movimientos. ¿Las herramientas? Podemos hablar de ello, pero basta un Excel. Si me apuras papel y lápiz, para que no se escape.
Existe un sinfín de herramientas digitales a las que, una vez les introduces buena información, son capaces de emitir métricas que permitirán evaluar la marcha de tu negocio. Es el caso, por ejemplo, del ERP, en el que, con una buena adaptación a los números de tu actividad, puedes sustraer información fundamental.
Pero eso sí, sea como sea, atrápalos. Porque son pequeñitos y fácil que se escapen.
Pero apunta, apunta, apunta.
El asiento contable aporta foco, control, conciencia de la actividad y nos permite hacer un análisis en tiempo real de su evolución. ¿Qué ingresa, de dónde sale?, ¿forma parte del debe, del haber? ¿Qué saldo voy teniendo?
Cuando no se trabaja con método, llegan las sorpresas. ¿A que sí?
Llega el tiempo de los impuestos y no aparece la factura,
Hay que endeudarse para pagar obligaciones.
Vas ingresando y el dinero se ha esfumado. Ni idea de a dónde marchó.
Llegado el momento, estamos fuera de la rentabilidad
Estamos bailando con el enemigo.
Un asiento, un pequeño objetivo
Los asientos contables son una magnífica expresión de eso que llamo los pequeños objetivos. Están allí para registrar el día a día de la circulación de dinero en una empresa o emprendimiento.
Si, o emprendimiento. El hecho de ser autónomo y manejar cantidades relativamente sencillas de dinero no implica que cuando toque hacer liquidaciones de cualquier tipo, no se líe y bien.
El registro de los asientos obliga a separar claramente las cuentas personales que nada tienen que ver con la empresa. A menudo se mezclan. La empresa o actividad económica profesional es un ente aparte que necesita su propia gestión. Y el dinero de esa actividad no es nuestro, solo lo que de él nos hemos asignado en forma de sueldo, por ejemplo.
Bien, quedó dicho. Tanto tiempo trabajando juntos y nunca le dediqué una palabra especial a mi compañero el asiento. ¡Gracias chaval!