03 Jun Valora de forma express tus cuentas
Imaginemos la situación: tenemos una subvención, estamos en un ERTE, nos quedamos en la franja más crítica de la economía: turismo, restauración, sector cultural, todas las que dependen de grupos humanos y que se han visto afectadas por las restricciones. Vamos aguantando, pero un poco a ciegas sin saber qué pasará cuando podamos volver a la actividad.
¿Esperamos a reaccionar cuando regresemos a la actividad en septiembre? Convendría hacer un análisis, una foto fija de la situación real que tenemos en el momento actual. Podríamos saber si:
-Estamos con problemas de tesorería por la falta de liquidez, más allá de «ir tirando».
-Con los datos presentes y analizando la posibilidad de una recuperación de la situación en un tiempo determinado, comprender que siguen sin salir los números.
-No se consiguen pagar los impuestos y van en aumento.
-Empezamos a pensar en prescindir de gastos claves, como empleados o inversiones.
-Bajan las ventas o no las hay. Por lo tanto, se avizora la posibilidad de no poder pagarlas.
-Como consecuencia de la falta de ingresos, empiezan los retrasos a los proveedores.
-Debemos recurrir a la financiación con pasivos circulantes e inmovilizado.
-Nos vemos obligados a recurrir al apoyo de familias, amigos socios o financiación externa.
No cabe duda: nos encontramos ante los síntomas claros de una situación de insolvencia.
Medidas inmediatas ante sospecha de insolvencia
Como contábamos en el anterior artículo sobre la necesidad de adelantarse a cualquier situación de insolvencia, lo más importante es actuar rápido. Para nadie es un secreto que en la actual situación, existe el riesgo de las llamadas “empresas zombis”. Se dice que en España tenemos en torno a 40 mil empresas en esa situación de las cuales el 91% son micropymes.
¿Qué son las empresas zombis? Es un término usado por los economistas “para referirse a aquellas empresas que tienen unos beneficios que no son suficientes para cubrir sus propios gastos financieros. Es decir, el dinero que ganan no solo no llega para devolver la deuda que tienen, sino que apenas sirve para pagar los intereses de sus préstamos”.
¿Qué debemos hacer en esta situación?
-Actuar rápido.
-Solicitar ayuda autorizada.
-Hacer un diagnóstico, actual y con prospección de futuro de la situación.
-Analizar si de acuerdo a estos datos, es posible reencaminar a través de un pago a proveedores ordenado: concurso de acreedores o ley de segunda oportunidad.
-Lo dicho, actuar ya.
-Ante las evidencias negativas, no llamarse al autoengaño.
Análisis express
El objetivo de una valoración express sobre los problemas de la empresa es hacer un diagnóstico rápido sobre su situación. Permite saber si la empresa está en la línea de los datos y la estructura del sector al que pertenece. También conocer su punto de equilibrio y analizar si, en el tiempo, puede llegar a recuperar la rentabilidad en caso de estar en déficit.
En este tipo de revisiones se precisa analizar la estructura de balance y cuenta de pérdidas y ganancias, e incluso compararlo con empresas parecidas.
Si la comparativa con otros ejercicios y/o con el sector presenta desviaciones significativas, procederá a realizarse un análisis exhaustivo con el fin de encauzar la empresa y/o analizar qué elementos diferenciadores están provocando distorsiones como situaciones de insolvencia.
Valorar para prevenir y para crecer
Cuando la valoración express de la gestión de la empresa no está expresamente dirigida a sospechas de insolvencia, hay tres elementos que se deberían de tener en toda empresa para hacer un análisis eficiente y eficaz:
1. Estado financieros de otro ejercicio
2. Presupuesto (inicial y/o ajustado) y
3. Datos del sector (estados financieros de empresas similares de su sector).
En realidad, todas las empresas en las actuales circunstancias, sea para salir de situaciones complicadas, sea para aprovechar posibles oportunidades, necesitan tener un conocimiento del estado de sus finanzas. Una analítica express permite situarse.