16 Sep ¿Qué es el control interno?
Para la creación de un sistema organizado, funcional y eficiente en una empresa, hay que contar con un adecuado sistema de control interno. Pero ¿en qué consiste el control interno? Pues bien, es una herramienta de gestión que garantiza el cumplimiento de los objetivos a través del seguimiento, prevención, optimización, medición y supervisión de todas las operaciones de la empresa. Con esto verificamos que avanza en sus planes estratégicos.
El control interno es parte del procedimiento fundamental para que la maquinaria siga en funcionamiento. Su objetivo es que todo marche según lo indicado para alcanzar los objetivos y según se ha establecido en el sistema de procesos.
Funcionar sin control tiene riesgos
Funcionar sin la existencia de un control interno de la empresa, sea grande o una pyme, significa perder la gestión cohesionada, consistente y segura de los procesos de la empresa.
Entre las dificultades que genera la falta de esta herramienta están:
-Falta de control de resultados.
-Aumento de los riesgos de diversos tipos.
-Desviación respecto a los objetivos.
-Ilegalidad.
-Aumento del fraude.
-Imposibilidad de atender crisis a tiempo.
-Falta de cohesión en la cultura empresarial y sus consecuencias.
-Crecimiento desordenado.
Tipos de control
Hay tres sistemas distintos de control en una empresa:
Operativos: que se ocupan del seguimiento de los procesos establecidos para la eficiencia de la empresa.
Financieros: para el control de las cuentas, la tesorería y asegurar el flujo constante de circulación del dinero con la menor pérdida posible.
Legales: pues una empresa debe, en cada una de sus partes, cumplir con normativas, legislación y reglamentos.
Prevenir a través de un compliance supone resguardar la legalidad y los recursos.
A la hora de poner en práctica procedimientos de control interno, hay que considerar tres líneas de trabajo fundamentales:
Gestión de riesgos, de diversos tipos: técnicos, legales, financieros, de reputación etc.
Una cultura corporativa, dispuesta al seguimiento del funcionamiento de las distintas funciones de la empresa.
Medición de los resultados a fin de poder hacer un seguimiento objetivo del cumplimiento de procedimientos y objetivos.
Ambiente de control
Se denomina ambiente de control a los pilares en los que se asienta el control interno:
1. Estructura de la organización, normas y procesos.
2. Valores éticos, cumplimiento del código de conducta y transparencia.
3. Evaluación de desempeño y seguimiento de responsabilidades.
Es inútil establecer las normas y procedimientos en una empresa sin un aecuado sistema de control interno que permita hacer un seguimiento. Algunas tareas que pueden hacerse en el marco del control interno de las organizaciones son:
1. Arqueos de caja para mantener la vigilancia sobre operaciones con el dinero.
2. Seguimiento a la asistencia de los trabajadores.
3. Verificar que las actividades son desarrolladas por las personas adecuadas, de acuerdo con el organigrama.
4. Vigilancia de los activos y movimientos económicos de la empresa y su reflejo adecuado en la contabilidad.
5. Verificar el cumplimiento de normativas oficiales, leyes así como comprobar que la empresa se ajusta a los cambios de la ley.
6. Control de calidad del trabajo y del clima laboral.
7. Vigilar el cumplimiento de los procedimientos y su lógica en el contexto de los objetivos económicos de la organización.
Auditorías Internas
Una de las herramientas fundamentales para el ejercicio del control de la empresa es la auditoría interna. Un ejercicio permanente de auditoría dentro de la empresa, profesional y riguroso previene los resultados de las auditorías externas que pueda precisar la empresa en procedimientos que le son necesarios.