La cuadratura de los datos - DMA Advisory
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La cuadratura de los datos

Cuadrados en arquitectura

La cuadratura de los datos

“La insolvencia es una situación jurídica en la que se encuentra un persona física o empresa cuando no puede hacer frente al pago de sus deudas. Esta situación se produce cuando el activo circulante es inferior al pasivo exigible. La insolvencia también se llama quiebra o bancarrota”.

Es una situación que, por razones del entorno distópico que nos ha tocado vivir, se viene sucediendo con aquellas empresas que dependen del contacto personal para existir: restaurantes, comercios, hoteles, discotecas, cafés. Todas aquellas empresas que componen el tejido que da soporte a una buena parte de nuestras relaciones personales.

Hay casos que han conseguido sobrevivir a la debacle, pero no tiene que ver ni con ser los mejores o peores comercios: al final ha tenido que ver con haber logrado contar con una gestión del dinero a prueba de bombas.

El sentido de los datos

En la entrega pasada de este blog hablábamos sobre el asiento contable. Esa partícula atómica de la contabilidad que constituyen el conjunto de datos con el que nos habla la empresa.

El asiento es el día a día, es la información que no escapa, el testigo del acierto o el desacierto en la gestión de nuestras decisiones, traducidas en dinero.

De acuerdo con la ley, los autónomos no están obligados a llevar una contabilidad, pero lo cierto es que los datos deben cuadrar. Lo cierto es que los números tienen comportamientos que un paso un poco atento por la escuela nos han permitido conocer: es fácil que se vayan de las manos.

Su vigilancia es necesaria. Tanto debe hacerlo una pequeña o gran empresa, como cualquiera en la gestión de sus finanzas personales, y también el autónoma o autónoma cuyas gestiones, al final, se van haciendo complejas para poder hacer frente a las necesidades de su negocio.

Los datos deben cuadrar

Los datos además de apuntarse todos, deben cuadrar.

Pues sí, porque si algo nos permiten todo tipo de aplicaciones con el simple hecho de introducir adecuadamente los datos es saber en tiempo real, si nuestros asientos contables cuadran.

¿Y qué significa que los asientos cuadren?

Que tanto dinero entra, tanto dinero debe entrar. Y si no entra el dinero que sale, es que algo no va bien. Así de simple, estamos perdiendo dinero. Nos remitimos al principio, estamos siendo insolventes. Es decir, lo que gastamos no coincide con lo que ingresamos.

En nuestra lucha por una gestión profesional de las cuentas, queremos llamar a la reflexión sobre la gestión del debe y el haber de las cuentas, tanto personales, como de los profesionales o de las empresas. Cada una en su grado de complejidad.

No por tratarse de un profesional autónomo, por ejemplo, corre menos riesgo de irse de las manos.

Sumemos al: apuntar, apuntar, apuntar; luego el: cuadrar, cuadrar, cuadrar.

Ey ¡No te olvides de trabajar tus objetivos para aumentar el haber!

Por @David_DMAA