21 Jul ¿Es gasto, compra o inversión?
Las compras, los gastos y las inversiones son tres conceptos diferentes que hay que tener claros en la empresa o corremos el riesgo de cometer severos errores a la hora de valorar una posible insolvencia.
Comprender bien estos conceptos afecta directamente la manera en que abordamos el análisis de los estados financieros de la sociedad y, por lo tanto, al patrimonio neto, al rendimiento y al retorno de la inversión.
Las compras son actividades básicas en la vida diaria, pero en este caso vamos a acotar su sentido exacto para la actividad de una empresa con un ejemplo: si vendemos zumos de naranja nuestras compras básicas son obvias: las naranjas. Siendo un tema clave, no podemos decidir sobre su compra a nuestro antojo pues son la base de la producción. En una situación de crisis, quizás pueda ser necesario encontrar un sucedáneo, como la pulpa de naranja, pero sigue siendo un factor crucial en mi modelo de negocio.
Los gastos, en cambio, son un bien o servicio que adquirimos a cambio de una contraprestación y que se usa para el desempeño diario. Son insumos que necesitamos para ayudar a la elaboración y para acercar nuestros productos/servicios al mercado, ¿Cuáles serían los gastos en el caso de vender zumos de naranja? Pues el transporte, la energía eléctrica que hace falta para procesar las naranjas, el combustible del camión, los servicios del contable, los del asesor fiscal, etc.
Tener esto claro hace que en una situación de crisis que requiere la toma de decisiones importantes, a la hora de reducir costes tengamos más claro en donde puedo hacer los ajustes en lugar de tocar las compras.
De hecho la contrapartida de las compras van a ser los proveedores y la contrapartida de los gastos van a ser los acreedores. Siempre voy a poder tomar más decisiones con mis acreedores que con mis proveedores. En este caso, si me quedo sin las naranjas, lo tengo complicado.
¿Ahora veamos qué pasa con la inversión? Esta forma parte en sí misma del activo de la empresa. ¿Cuál sería en el caso de las naranjas? Pues el almacén donde tengo las naranjas o la máquina de procesado con el que lo vamos a embotellar, por ejemplo.
La inversión es una acción que espera resultados a futuro, y la vamos a repercutir en la cuenta de pérdidas y ganancias a través de su amortización. Pueden ser de dos tipos: a través del inmovilizado material o puede ser la inversión financiera. De esta forma reflejamos donde vamos a meter dinero para el crecimiento de la empresa.
No será lo mismo el pago a un proveedor (compras), a un acreedor (gastos) o a un proveedor de inmovilizado (inversión).
Por qué diferenciarlos
Diferenciar adecuadamente los conceptos de compras, gastos e inversión será, pues, básico a la hora de tomar decisiones en situaciones de crisis e insolvencia.
No será lo mismo el pago a un proveedor (compras), a un acreedor (gastos) o a un proveedor de inmovilizado (inversión). Es necesario saber cuáles son las necesidades de tesorería en cada caso. Sobre todo, a la hora de tomar medidas de negociación para poder alargar la vida del negocio y poder cubrir las necesidades de cash flow o circulante.
También se necesita saber cuáles de esas operaciones se pueden “externalizar” y cubrir en base a las necesidades reales de la empresa, y en concreto, según las necesidades del modelo de negocio. En tiempos de crisis hay que determinar si realmente la empresa puede desarrollar una inversión o convertirlo en gasto.
Esto parece algo básico y sencillo, pero son muchas las empresas que no lo tienen claro. Con frecuencia es una consecuencia de no tener claro tampoco el modelo de negocio. Y no es solo un tema de precisión en el uso de los términos, si no de cómo su correcta comprensión nos va a repercutir en las medidas a tomar y en el éxito de nuestra actividad.
¿Cómo analizar estas tres medidas?
Las acciones de consultoría necesarias en situaciones de insolvencia, pasan por tener muy claro el sistema interno de la empresa a través de un análisis de procesos y del modelo de negocio. Paralelamente un análisis económico-financiero permitirá determinar referencias, expectativas y sobre todo información y datos sobre los cuales tomar mejores decisiones.
Cuenta de resultados, donde se reflejan los ingresos y gastos del ejercicio y de donde se obtiene el resultado final, sean beneficios o pérdidas.
Balance de situación, es una foto estática de los activos, las posesiones y derechos de cobro de la empresa, por una parte y por otro los pasivos, las deudas de la empresa y las aportaciones de capital de los socios.
Tesorería: la clave del funcionamiento de la empresa, disponer de dinero en caja es la diferencia entre poder aguantar un mal momento para después aprovechar una oportunidad y tener que cerrar por no poder sostener las pérdidas temporales.
Fiscalidad: la empresa está obligada a pagar impuestos. Es cierto, pero tiene diferentes oportunidades de deducir gastos, inversiones o pérdidas patrimoniales que le permitan pagar lo que es necesario y debido… y nada más.
En resumen, identificar las diferentes partidas y situarlas en su justo lugar en el análisis de las cuentas, es un paso previo fundamenta para conocer las posibilidades de supervivencia de una empresa.