01 Jun Conoce qué es el restructuring
Pongámonos en situación: los costes están disparados, estamos lejos de cumplir los objetivos trazados en el plan anual, las ventas suben y sin embargo la rentabilidad baja, solicitamos un crédito y el banco no cree en nuestra empresa ¿Qué está pasando? ¿Por qué el barco se está desviando de su rumbo? La falta de alineación del funcionamiento con los objetivos puede llevar a que la empresa poco a poco se desmorone, pierda clientes, dinero, surjan las tensiones internas, incluso puede acabar en la quiebra total. Puede que estemos ante la necesidad de poner en marcha un proceso de restructuring o reestructuración empresarial.
Cuando se presenta esa situación, hay que parar la máquina, tomar aire y sentarse a pensar qué está fallando y qué se va a hacer al respecto. Es complicado, sin embargo, evaluar desde un punto de vista global y objetivo la empresa cuando se es parte de ella y sus circunstancias. El apego emocional y la necesidad de mantener un clima armonioso hace que a veces la solución pase por una opción externa. Puede ser el momento ideal para solicitar la ayuda de un profesional del restructuring.
¿En qué consiste?
El restructuring consiste en un proceso de análisis de todos los aspectos de la empresa: financiero, fiscal, producción o prestación del servicio, recursos humanos, mercado, competencia, objetivos a largo plazo… Se trabajará en todos ellos con los miembros de la empresa, con el fin de encontrar las trabas al progreso y devolver el norte al trabajo diario. Un análisis global permite salir de la burbuja de cristal y comprender la situación con perspectiva, llegando a darse cuenta de cosas que antes resultaba imposible ver. Los números cantan y el ojo avisor puede identificar lo que nos dicen.
El trabajo de restructuring suele ser llevado a cabo por un CRO (Chief Restructuring Officer), un profesional independiente que llega a la empresa con su experiencia y sus conocimientos de años para trabajar en un nuevo sistema que optimice el funcionamiento diario. Puede que en el proceso haya que tomar medidas que cambien la zona de confort dentro de la institución, o incluso tomar decisiones que no siempre son fáciles. Pero no tiene por qué significar una reducción del personal, sino que muchas veces requiere una apertura hacia nuevas formas de trabajar aprovechando el potencial de las nuevas tecnologías, la colaboración y las oportunidades que ofrecen las nuevas formas de gestión para aumentar el potencial productivo de las empresas.
Reestructurar para crecer
Aunque se aconseja particularmente a empresas en problemas, es muy habitual también realizar procesos de restructuring en empresas en fase de crecimiento, ya que en muchas ocasiones la estructura actual no está preparada para asumir una carga de trabajo altamente superior y se debe diseñar un nuevo flujo que permita nuevos sistemas de contratación, jerarquía, roles y preparación financiera para poder ejecutar ese crecimiento. El crecimiento debe ser escalable, mantener el balance de las cuentas de ingresos y gastos. Será sumamente valioso para la empresa que ese diseño se lleve a cabo por una persona imparcial y experimentada que sepa organizarlo y una oportunidad no se pierda por ineficiencia.