Cinco líneas estratégicas para la empresa - DMA Advisory
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Cinco líneas estratégicas para la empresa

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Cinco líneas estratégicas para la empresa

Nos encontramos a principios del año y toca poner en acción el plan que nos hemos trazado para el 2022. En muchos casos aún estas líneas de trabajo no han sido definidas del todo.

La toma de acción puede estar encaminada a prepararnos para cualquier situación, favorable si conviene aprovecharla y necesita de nuestra solvencia; o desfavorable y no nos conviene nada estar insolventes.

Lo cierto es que con las particularidades de cada negocio, hay cinco formas de actuación que nos pueden trazar caminos claros, todas ellas atravesadas por distintas líneas de trabajo y áreas de la organización.

Por ejemplo, si una empresa decide que va a apostar por quitar fuerza a uno de sus productos o servicios en beneficio de otro, esta será una decisión que tocará transversalmente a distintas áreas de trabajo, procesos, personal, líneas de trabajo de la dirección.

En este sentido y muy a grandes rasgos, hay cinco líneas de trabajo que podemos decidir:

1. Deshacernos de factores en nuestro proceso productivo que no se sostienen en nuestro esquema de rentabilidad.

2. Ir a por líneas de negocio claros que nos permitan alcanzar claramente los objetivos que sabemos claves.

3. Reestructurar todo aquello que que no se encuentra realmente alineado con los objetivos estratégicos.

4. Cuidar las líneas que han venido funcionando adecuadamente.

5. Entender cuando un determinado modelo de negocio ya no funciona.

En una línea en o en otra, o varias a la vez

Desglosamos cinco líneas de trabajo en tiempos cambiantes:

1. Deshacernos de factores en nuestro proceso productivo que no se sostienen en nuestro esquema de rentabilidad.

Las costumbres y modelos de consumo están cambiando a pasos agigantados. Monitorear dichos cambios cada vez más se convierte en una línea de trabajo clave en nuestro negocio. La lectura sobre las tendencias del mercado vienen desde nuestro márketing, y de todas las formas en las que la empresa interactúa con el negocio.

Estar atentos para estudiar, con números en mano, cuando debemos reencuadrar y variar unos cuantos grados el trayecto es vital.

2. Ir a por líneas de negocio claros que nos permitan alcanzar con más seguridad los objetivos que sabemos claves.

No podemos olvidar que la contabilidad de la empresa es su mejor lenguaje. En los números, costes e ingresos podemos deducir qué no está funcionando bien.

Para ello debemos contar con una contabilidad ajustada que mida, con precisión nuestro modelo de negocio. Y que se ocupe de garantizar los flujos de tesorería que le son propios.

3. Reestructurar todo aquello que puede estar alineado con los objetivos estratégicos pero no cumple dichos objetivos, o aquello que no lo está y obliga a una reorientación global de la empresa.

Al igual que en una casa para cambiar el ambiente muchas veces no hay que comprar o tirar nada, en las empresas a veces todo lo que necesitamos es disponer todo de manera que arroje los resultados necesarios. Contamos con recursos humanos, tecnológicos y de dirección que pueden hacernos marchar en una dirección u otra.

Cuando las líneas están equivocadas por una pobre capacidad de adaptación al mercado en tiempos inciertos, la curva de descenso en los ingresos se puede complicar y salir de control. Reestructurar no es un proceso fácil, pero a veces es la mejor solución para reencaminarla hacia la rentabilidad.

De hecho, reestructurar es una medida cíclica necesaria en la corrección del trabajo de la empresa hacia sus objetivos.

4. Cuidar las líneas que han venido funcionando adecuadamente.

Son incontables los casos de empresas qu, obnubiladas por un nuevo objetivo, han descuidado el que les aporta la necesaria estabilidad. Algo que no podemos perder de vista es fortalecer aquellos aspectos que funcionan y que aportan esa base que permite aventurarse a nuevas metas.

Ocurrió con una conocida empresa de golosinas española, que triunfante en el mercado nacional, se lanzó a buscar nuevos mercados… y perdió el que le llevó hasta la cima.

5. Entender cuando un determinado modelo de negocio ya no funciona.

Puede ocurrir, sobretodo en empresas de servicio que no requieren de grandes inversiones en infraestructuras, que nuestra capacidad de ofrecer un servicio esté caducada por las nuevas circunstancias. Pongamos el caso de una empresa que presta servicios a domicilio para mayores, y que con un cambio en la normativa ve afectada su actividad.

Puede que, con el know how que atesora, un personal formado, cohesionado y resiliente y las referencias que se tienen ya en el mercado, un nuevo modelo express sea la solución antes de caer en los números rojos.