28 Abr Auditoría: conoce los números de tu negocio
¿Qué es una auditoría? ¿Revisar, conocer y contar qué tienes y su valor? Debido a la inercia en la gestión contable de la empresa, solemos delegar esta función a la dinámica con la gestoría. Estamos centrados en la actividad productiva de nuestro negocio, más que en los números. Por ello se puede llegar a tener una idea desajustada de la situación contable real de una sociedad: facturas sin pagar, salidas de dinero excesivas o injustificadas, incongruencias entre unos datos y otros, o, en el peor de los casos, problemas de sustracciones no autorizadas, por parte de socios, gestores u otras partes con acceso a los documentos de la empresa.
Por cualquiera de estos motivos, es recomendable realizar con cierta periodicidad una auditoría de la empresa. Es decir, encargar a un experto ajeno e independiente el análisis y la comprobación de su situación contable, conocer el dinero existente en caja, el que se nos debe, los derechos de cobro, la actualización de las obligaciones fiscales… El informe de un auditor externo permitirá reconocer a tiempo cualquier problema en estas cuentas, tomar acciones para solucionarlos y encontrar el origen de la situación para evitar errores recurrentes que pueden ser el origen del mismo fracaso de nuestro negocio.
Una auditoría es, en definitiva, la garantía de un especialista de que todo marcha de acuerdo a la ley, a los principios contables y que las cuentas no tienen desvíos en el camino hacia la rentabilidad. Aumentará la confianza en sus gestores si todo está correcto y reconocerá problemas antes de que se le vengan encima en caso de que no sea así. Una auditoría será también requisito imprescindible a la hora de realizar negocios importantes o de venta de acciones con terceros, que querrán conocer con máximo detalle el estado contable de la empresa antes de firmar ningún acuerdo.
En las grandes empresas, es frecuente la existencia de un departamento especializado en la auditoría interna de la sociedad. Sin embargo, en la mayor parte de las pequeñas y medianas empresas no tiene sentido disponer de este departamento, ya que profesionales independientes pueden realizar el trabajo cuando es requerido y obtener resultados de gran calidad a un coste mucho menor. (DMA)
