17 Nov La financiación y sus instrumentos (I)
Cuando se piensa en montar una empresa después de la idea de negocio nos viene a la mente el tema de la financiación y será una preocupación que nos acompañe a lo largo de su vida útil. Una adecuada gestión de la empresa puede hacer mucho para lograr la autofinanciación sin necesidad de recurrir al apalancamiento que ha tenido que ver con el fracaso de muchas durante los últimos años. Y es que: no todo se arregla con financiación.
Una adecuada cultura financiera nos revela los mecanismos que las ventas, la gestión de tesorería y las operaciones con proveedores y clientes nos pueden aportar más soluciones. En una serie de tres artículos vamos a exponer los recursos de que dispone una empresa para la financiación. ¿Es el banco el único recurso? La respuesta es un rotundo no, hay más opciones. Sin embargo sorprendería saber que aun cuando sigue siendo al que más se recurre, el último estudio GEM (Observatorio del Emprendimiento que estudia los comportamientos del sector) indica que del total de empresas fracasadas sólo el 12% ha sido por falta de financiación.
En relación a la financiación bancaria, una vez superado el valle más profundo de la crisis, algo ha cambiado. Las entidades financieras han modificado sus criterios de valoración a la hora de conceder créditos empresariales -como comentamos en el artículo del Diario La Región “El unívoco camino de la financiación con entidades bancarias”.
Todos recordamos el peso que tenían las garantías que el cliente debía aportar como principal aval para la obtención del préstamo. Tras la crisis del sector bancario y la enorme deuda que se acumuló y que llevó a la inestabilidad de este sector y de la economía, el proceso de concesión de préstamos ha variado sus condiciones. Se exige:
1- El repago. Se analiza el plan de viabilidad y el modelo de negocio presentado, a fin de evaluar si se garantiza la generación de una tesorería suficiente para pagar la deuda financiera, es el principal en estos momentos.
2- Las garantías, que siempre son necesarias para avalar una operación.
3- La rentabilidad bancaria de la operación (el beneficio de la operación que pueda obtener el banco).
De todo esto se concluye que: “Es necesario tener una empresa o proyecto con un modelo de negocio y un plan de viabilidad suficientemente analizado y estudiado para determinar que el mismo es rentable y generador de tesorería para poder hacer frente a la deuda financiera que se precise”.
No es suficiente un sueño convertido en negocio, es necesario un plan real y sostenible. Pero hay más opciones reales y alternativas que permiten hacer realidad nuestro modelo de negocio. Y las analizaremos en el siguiente post.