28 Abr La auditoría como herramienta de gestión
Una auditoría es un instrumento que permite verificar la contabilidad de las empresas. Es obligatorio para empresas que superan los cinco millones en facturación y comprueba el rigor en el cumplimiento de las normas del Plan General Contable. Busca constatar que no se han cometido errores en función de la normativa.
De acuerdo con la Ley de Auditoría, esta puede hacerse de forma interna o externa por un auditor autorizado, inscrito en el Registro Oficial de Auditores de Cuentas (ROAC).
Pero una auditoría es algo más y se ha convertido en una herramienta para la comprensión completa de una organización.
Más que un requisito
A lo largo de su vida, las empresas pasan por situaciones distintas. Unas veces de éxito y subida del número de clientes e ingresos y algunas de insolvencia, temporal o ya prolongadas que se convierten en situaciones de riesgo para su supervivencia. Conocer en todo momento cuál es el estado real es posible a través de las distintas formas que ofrece la auditoría como herramienta de análisis y evaluación.
La solvencia o liquidez, está determinada por la capacidad de una empresa de hacer frente a sus obligaciones. Cuando la falta de liquidez hace imposible pagar a los acreedores ni a través de la tesorería, ni a través de la financiación es fundamental detectar las señales de alarma que alertan del riesgo de insolvencia.
Una auditoría es necesaria para tener una idea rápida sobre la situación de la organización. Consiste en el análisis de la contabilidad para saber al detalle el estado de las cuentas, una foto fija de su situación.
Gestión del cambio a través de la auditoría
Una auditoría solo es obligatoria para empresas con una facturación por encima de los 5,7 millones de euros, 2,8 millones en activos y una media de 50 trabajadores activos durante su ejercicio. Sin embargo, el conocimiento cierto de la capacidad de actuación en todo momento es fundamental. Necesitamos conocer dónde estamos y a dónde queremos llegar.
La auditoría estratégica es una investigación completa sobre las posibilidades de la empresa. Una herramienta que ayuda a precisar la posición que de la empresa frente a sus competidores y en el contexto del mercado.
Necesitamos saber cómo estamos situados y en qué podemos hacernos fuertes. Por el contrario, saber en qué fallamos. se convierte en una tarea clave.
Analizamos no sólo los números, sino el plan de la empresa a la luz de sus resultados.
Las auditorías pueden usarse de distintas maneras:
Auditoría de cuentas
Una auditoría de cuentas permite conocer los estados financieros y con ello, determinar el patrimonio, los resultados y las obligaciones en relación con sus ingresos. Verifica que las cuentas se llevan de acuerdo a la ley.
El conocimiento del estado de las cuentas es necesario tanto cuando existen amenazas a la solvencia, como en procesos de expansión en el que una foto fija de la empresa es necesaria para saber de qué punto se parte en el proceso de continuidad de la vida de la organización.
Auditoría express
La auditoría express, como su nombre lo indica, es una intervención rápida, necesaria en procesos que garantizan la continuidad de la empresa. En trámites ante la banca, operaciones con socios, evaluación de nuevas oportunidades de negocio, toma de decisiones en general.
Auditoría estratégica
Cuando se van a analizar procesos de transformación en las empresas, es conveniente hacer un análisis económico y financiero de toda la estrategia. Conocer si esa estrategia es correcta o incorrecta, si va a llegar a buen fin o no, si está en línea con el mercado o no, si guarda relación con el sector al que pertenece o esta equivocada.
En la auditoria analizamos lo que hay en cada cuenta, lo que te transmite esta información. Se analiza qué ocurre, más allá de la parte económica financiera.
Es importante conocer de dónde vienen los datos, cómo se producen, si son lógicos o no. Se trata de una auditoría que es una suerte de restructuring, propia de las multinacionales, pero ampliada a las pymes.