03 Feb La transformación empresarial y las personas
El camino hacia la transformación digital pasa, en primer lugar, por las personas. Es imposible experimentar un cambio hacia la economía del dato si los líderes y sus equipos permanecen anclados en filosofías de negocio que pertenecen a otros tiempos. Estamos ante un cambio de era en todos los sentidos.
Y este cambio de era se ha acelerado en los dos últimos años, por las razones que todos sabemos. Esto nos pone tras la pista de la agenda más inmediata que tenemos todos.
Cuando como consultores nos enfrentamos a una situación de insolvencia o a la necesidad de un cambio de modelo de negocio en una empresa, el primer trabajo que tenemos es hacer un diagnóstico preciso de su situación económico-financiera.
La empresa es como un microcosmos con muchos elementos actuando a la vez, a lo interno y a lo externo en una determinada orientación. Cuando los resultados se desvían de estos objetivos, o crecer es la única forma de sobrevivir, es necesario operar un viraje a conciencia en el que todo debe orientarse hacia objetivos de avance.
Preguntas a hacernos antes de un proceso de transformación.
1. ¿Nuestro modelo de negocio funciona?
No es lo mismo nuestro modelo en analógico, que el mismo en digital. Como hemos comentado en otras ocasiones, una cosa es hacer zapatos, y otra cosa es hacer zapatos de niña para comuniones en España. No tiene, tal vez nada que ver con hacerlos en México.
Para situarnos en el contexto digital, puede que seamos consultores en bases de dato desde Galicia, y no encontremos clientes en este mercado, pero puede que con un salto que nos permita llegar a nuevos mercados, con nuestro servicio digital seamos capaces de encontrar al segmento de usuarios de nuestro servicio y termine estando en Madrid, Miami y Bali.
En este punto engtra en juego una persona muy especial: el cliente. Sin conocer al cliente y sus necesidades no podemos saber cuál es la dirección concreta que necesitamos.
2. ¿Sabemos qué es lo que tenemos que digitalizar?
Digitalizar no es traer a toda carrera un nuevo y potente ordenador, es analizar nuestro modelo de negocio y saber cuáles de los nuevos sistemas disponibles nos permitirá llegar hasta nuestro objetivo y esto requiere del análisis del modelo, la gestión que hacemos, de dónde están los puntos débiles del sistema.
¡Y en dónde están los fuertes! Puede que sea allí en donde, tras un análisis logremos entender en qué punto aporta más al resultado nuestra inversión de transformación.
El sistema creado en la empresa, la marcha que muchas veces ha tomado de forma intuitiva cuenta aquí con otro elemento fundamental: el equipo.
Necesitamos a un equipo abierto al cambio, dispuesto a seguir nuevas rutas de desarrollo.
3. ¿Contamos con el equipo humano y la formación necesaria?
Volvemos al punto de partida, las personas. Junto al equipo hay una persona fundamental que orquesta todo el funcionamiento del microsistema empresa: sus líderes. Un líder que permite la retroalimentación constante, capaz de gestionar la incertidumbre, de motivar al equipo, de hacer fáciles las condiciones para responder al cambio a través de una buena gestión de los recursos.
Las nuevas metodologías puestas en práctica abandonan la antigua verticalidad para alimentarse de las sinergias que se suceden en los trabajadores que están en contacto directo, con el producto o servicio y con los clientes.
4. ¿Se está renovando nuestra cultura empresarial?
Del conjunto de condicionantes que henos mencionado surge otro constructo netamente humano, que surge del nuevo modelo de negocio y las nuevas necesidades de los clientes, de un equipo ágil, y de un líder con la mira puesta en las nuevas costumbres y vinculando todo el sistema con la gestión de la empresa: es la cultura empresarial.
Cuando nos remitimos a las antiguas culturas empresariales basadas en la autoridad y la verticalidad, descubrimos que es imposible la colaboración, la permeabilidad de la información y la capacidad de la toma rápida de decisiones en estructuras rígidas de control. La colaboración y el uso intensivo de las nuevas redes de relación entre las personas han generado formas de trabajo como el teletrabajo, los bancos de información como Uber, AirnBnb, Delivero, BlablaCar, JustEat, en los que la velocidad de la información y la capacidad de crear redes de usuarios se está convirtiendo en la fuente de nuevas formas intensivas de creación de servicios.
5. ¿Estamos al tanto de las oportunidades que ofrecen las nuevas tendencias?
Aquí nos encontramos con el inagotable y cada vez más veloz grupo humano de los desarrolladores de soluciones digitales y creadores de contenido. No es posible no estar al tanto.
Debemos contar con monitoreo constante de las nuevas soluciones que abren nuevas oportunidades de negocio. Si bien se dice que en los próximos años, muchas formas de trabajo repetitivo van a desaparecer fruto de la automatización, tambièn es verdad que nuevas formas de negocio, consumo y trabajo están aún desarrollándose. Y hay que estar preparados.
En resumen, necesitamos hacer las preguntas correctas, para alcanzar las respuestas adecuadas que nos sitúen en las nuevas formas empresariales. Hay oportunidades para todos los que lo vean.