10 Jun ¿Cómo mido lo que produce mi empresa?
Uno de los resultados que puede arrojar el análisis contable de nuestra empresa es la evidencia de excesos en los costes, gastos o pagos. O se pueden verificar inversiones mal empleadas que producen desequilibrios en la cuenta de explotación.
Puede ocurrir por ejemplo que la cuenta de pérdidas y ganancias arroje unos resultados estupendos, con una rentabilidad óptima. Pero la gestión de tesorería y financiera es muy mala, y su balance presenta un escenario de insolvencia.
También es posible que obtengamos un escenario financiero bueno, pero la cuenta de explotación no es rentable. No se obtiene la rentabilidad de la cuenta de explotación y/ o de la actividad principal de la empresa, sino que se obtiene de otros elementos y acontecimientos surgidos en el ejercicio y con efecto financiero. Por ejemplo, la venta de un edificio…
Los resultados del sistema: la cuenta de explotación
La cuenta de explotación es una visión dinámica y en el tiempo de la empresa. Permite conocer la forma como se generan los ingresos a través de los procesos que le son propios a su modelo de negocio.
Por ejemplo, si hablamos de una zapatería para niños, es lógico que en función del público al que está dirigido y su ubicación, hará determinadas compras en determinados períodos del año. Y que obtendrá sus ingresos de la venta de esa mercancía.
El análisis de la cuenta de explotación analiza el funcionamiento de esa empresa en un determinado período para evaluar cómo y de qué manera se obtiene el beneficio.
Si hablamos de una bodega de vinos, tendremos que hablar de todo el proceso agrícola de la siembra y cosecha de la vid, de los procesos de recolección, del prensado de la uva y de su tiempo de maduración en barricas, posterior embotellado, etiquetado y distribución.
Así, su diferencia es que la cuenta de explotación analiza los ingresos y gastos a lo largo del tiempo. Esto permite conocer cómo se utilizan los recursos y se convierten en rentabilidad o pérdida.
¿Qué podemos encontrar en la cuenta de explotación?
Supongamos que hacemos una contailidad que arroja el siguiente resultado: existe un escenario financiero bueno, pero la cuenta de explotación no es rentable. No se obtiene rentabilidad según el análisis de la cuenta de explotación, es decir de la actividad principal de la empresa.
En cambio ocurre que el saldo favorable es fruto de otros acontecimientos surgidos en el ejercicio y con efecto financiero. Por ejemplo, la venta de un edificio.
Otra posibilidad es que “la rentabilidad” de la cuenta de explotación, no se genera por el desarrollo de su actividad, sino por rendimientos financieros. Esto sería así en el caso de que haya determinados capitales invertidos con resultado financiero positivo, que generan beneficios.
Sin embargo, el resultado del análisis de la cuenta de explotación es negativo.
El Autoengaño
Siempre hablamos en DMA Advisory de un no rotundo al “autoengaño”. Y es esa tendencia a maquillar resultados económicos de la empresa con números ajenos al proceso productivo inherente a nuestro modelo de negocio.
Un caso impactante es cuando las ventas van en ascenso y damos por hecho que los resultados son positivos.
Muchas veces, más ventas hacen que nos alejemos de la rentabilidad, si no se hace con un adecuado orden contable. Las ventas que no pueden ser sostenidas por el flujo correcto de tesorería, pueden llegar a tener un efecto contrario, incluso mortal, en nuestros resultados.
Análisis del proceso
Cuando los resultados de la cuenta de explotación son de pérdida, una de las herramientas fundamentales consiste en hacer un análisis de procesos. Analizar cómo transcurre el proceso productivo, la evolución y resultado de las inversiones, compras y costes de generación de servicios y/o productos para el intercambio en el mercado.
Esto requiere de una auditoría de todos los procesos de la empresa para evaluar sus debilidades, sus producciones a pérdida, la eficiencia de los recursos y ser capaces, con datos precisos de hacer los cambios que sean necesarios.
Pero del Análisis de Procesos hablaremos en la próxima entrega.